- El creyente suele esperar panes y peces, el discípulo es un pescador.
- El creyente lucha por crecer, el discípulo por reproducirse.
- El creyente se gana el discípulo se hace.
- El creyente depende en su mayoría de los pechos de la madre: el pastor; el discípulo está destetado para servir.
- El creyente gusta del halaggo, el discípulo del sacrificio vivo.
- El creyente entrega parte de sus ganancias, el discípulo entrega parte de su vida.
- El creyente puede caer en la rutina, el discípulo es revolucionario.
- El creyente busca que le animen, el discípulo procura animar.
- El creyente espera que le asignen tarea, el discípulo es solícito en tomar responsabilidades.
- El creyente murmura y reclama, el discípulo obedece y se niega a sí mismo.
- El creyente es condicionado por las circunstancias, el discípulo aprovecha las circunstancias para ejercitar su fe.
- El creyente reclama que le visiten, el discípulo visita
- El creyente busca en la Palabra promesas para su vida, el discípulo busca vida para cumplir las promesas de la Palabra.
- El creyente es yo, el discípulo es ellos.
- El creyente se sienta para adorar, el discípulo anda adorando.
- El creyente pertenece a una institución, el discípulo es una institución él mismo.
- En el creyente el bautismo en el Espíritu Santo es confirmación y meta, en el discípulo es medio para lograr la meta de ser testigo eficaz a toda criatura.
- El creyente vale para sumar, el discípulo para multiplicar.
- Los creyentes aumentan la comunidad, los discípulos aumentan las comunidades.
- Los discípulos de la Iglesia primitiva trastornaron al mundo, los creyentes de este siglo están trastornados por el mundo.
- Los creyentes esperan milagros, los discípulos obran milagros.
- El creyente es un ahorro, el discípulo es una inversión.
- Los creyentes destacan llenando el templo, los discípulos se hacen para conquistar el mundo.
- Los creyentes suelen ser fuertes como soldados acuartelados, los discípulos son soldados invasores.
- El creyente cuida de las estacas de su tienda, el discípulo ensancha el sitio de su cabaña.
- El creyente hace hábito, el discípulo rompe los moldes.
- El creyente sueña con la iglesia ideal, el discípulo se entrega para lograr la iglesia real.
- La meta del creyente es ganar el cielo, la meta del discípulo es ganar almas para el cielo.
- El creyente maduro se hace discípulo, el discípulo maduro asume los ministerios del cuerpo.
- El creyente quizá predica el Evangelio, el discípulo hace discípulos.
- El creyente gusta de campañas para animarse, el discípulo vive en campaña porque está animado.
- El creyente espera un avivamiento, el discípulo es parte de él.
- El creyente agoniza sin morir, el discípulo muere y resucita para dar vida.
- El creyente aislado de su congregación se lamenta de no tener ambiente, el discípulo crea ambiente para formar una congregación.
- El creyente se le promete una almohada, al discípulo una cruz.
- El creyente es socio, el discípulo es siervo.
- El creyente se enreda con la cizaña, el discípulo supera las escaramuzas del diablo y no se deja confundir.
- El creyente es espiga, el discípulo es grano lleno en la espiga.
- El creyente es "ojalá", el discípulo es "Heme aquí".
- El creyente es valioso, el discípulo es indispensable.
(Tomado de "Carne para el Espíritu)
El buen mensaje presentado con arte es como metal caliente sobre la manteca
ResponderEliminar- Dany
Así mismo es mi hermano,
ResponderEliminarGracias por la visita.
Un abrazo fraterno